En un cuenco volcamos el agua con gas, la levadura, la sal y el huevo. Añadimos las harinas y mezclamos bien.
Acto seguido, añadimos el ajo y el perejil picado muy pequeño, mezclamos y al final ponemos el bacalao cortado en trozos no demasiado pequeños, es bueno que se noten en la comida.
En una parisien calentamos el aceite a 180º y con la ayuda de dos cucharas vamos poniendo los buñuelos en el aceite. Con una araña les vamos dando vueltas hasta que queden dorados.
En una bandeja ponemos un papel de cocina, a ser posible sin blanqueantes químicos. Retiramos los buñuelos y los colocamos encima para secar el exceso de aceite.
Los ponemos en un plato y los untamos con un poco de miel deliciosa para que se vaya fundiendo.
Podemos agregarles unas hojas de salvia picada por encima.