El barrio del Raval es uno de los barrios mas dinámicos y variados de Barcelona donde disfrutar de exposiciones vanguardistas, bares bohemios, tiendas de diseño, arte urbano… todo alrededor del mercado de La Boqueria.

Por el Raval, situado al lado del puerto y de la Rambla, de la avenida Paral·lel y de las rondas Sant Pau y Sant Antoni hasta la calle Pelai, cada día pasean centenares de turistas, pero aún así conserva su esencia popular. Sus calles estrechas, concurridas y llenas de vida esconden la historia profunda de la ciudad.

La proximidad del puerto y la proliferación de bares y salas de fiesta hizo que la parte sur del Raval se conociese como el ‘Barrio Chino’, paraíso de bohemios y de la vida nocturna. El Raval es y ha sido un barrio de gente sencilla y también un barrio de contrastes, donde conviven los edificios más populares con los burgueses, como el Palacio Güell y el Liceo entre muchos otros.

Decía Federico García Lorca que la única calle de la Tierra que desearía que no acabara nunca era la Rambla de Barcelona. ‘Es un espectáculo, lo que no veas aquí no lo verás en ningún sitio’. Y no se entiende el Raval sin la Rambla, las paradas de flores, los visitantes arriba y abajo, la iglesia, los museos…

El barrio dispone de más de 300 equipamientos culturales, entre los cuales destacan la Biblioteca de Catalunya, numerosos teatros, museos como el MACBA, el Museu Marítim y la Filmoteca de Catalunya. El Raval más cinéfilo vive en el ‘Barrio Chino’.

El Raval es tan especial que muchos no lo cambiarían por nada. Es el barrio donde está todo y todos pueden convivir. Es el barrio del ambiente bohemio del Bar Marsella y de los primeros acordes de la rumba catalana en la calle de la Cera.

El Raval es un barrio diverso y fiel a su esencia.